Hablemos: Cómo lidiar con la carga psicológica que el cáncer provoca en los familiares
Cuando una persona es diagnosticada con cáncer, el impacto emocional no recae solo en el paciente, sino también en sus familiares y seres queridos. Ellos, además de enfrentar la incertidumbre y el dolor, asumen muchas veces roles de apoyo y cuidado, lo que puede traer una gran carga psicológica. Este artículo explora los desafíos emocionales que enfrentan los familiares de pacientes con cáncer y ofrece estrategias para lidiar con la presión y el estrés que esta enfermedad provoca.
El impacto psicológico del cáncer en los familiares
La noticia de un diagnóstico de cáncer puede desencadenar en los familiares una serie de emociones que van desde el shock y la negación hasta el miedo y la tristeza profunda. A medida que la enfermedad progresa, muchas familias experimentan sentimientos de agotamiento, ansiedad, culpa e incluso depresión. Cuidar a un ser querido con cáncer implica adaptarse a múltiples cambios en la vida diaria y asumir responsabilidades adicionales, que a menudo pueden provocar una sobrecarga emocional.
Principales desafíos emocionales de los familiares
Ansiedad y miedo: La incertidumbre sobre el futuro y el miedo a perder a un ser querido son constantes en quienes enfrentan esta situación.
Sentimientos de culpa: Algunos familiares pueden sentirse culpables por no poder hacer lo suficiente o por desear un descanso en medio de la situación.
Agotamiento físico y mental: Ser cuidador puede implicar largas horas de asistencia y desvelo, lo que afecta tanto la salud física como mental de los familiares.
Aislamiento: Es común que las familias limiten sus actividades sociales, lo que puede llevar a la soledad y a la falta de apoyo externo.
La importancia de reconocer y validar las emociones
Es común que los familiares se sientan abrumados y confusos, especialmente si intentan ocultar o minimizar sus propios sentimientos para ser fuertes. Reconocer las emociones sin juzgarlas es un paso fundamental para lidiar con el impacto psicológico del cáncer. Validar los propios sentimientos y aceptar que es normal sentirse frustrado, triste o ansioso permite procesar mejor las experiencias y encontrar apoyo en los demás.
Apoyar sin olvidarse de uno mismo
La carga psicológica que el cáncer provoca en los familiares es real y profunda. Al cuidar a un ser querido, es fácil perder de vista la importancia del propio bienestar, pero recordemos que solo si estamos emocionalmente fuertes podemos brindar un apoyo constante y genuino. Lidiar con esta carga emocional requiere de paciencia, amor propio y una red de apoyo. Buscar ayuda y mantener el equilibrio emocional es clave para acompañar a un ser querido con cáncer sin perderse en el camino.
Este Mes de Concientización sobre el Cáncer, recordemos que el bienestar de los familiares también importa y que apoyar a quienes cuidan es tan importante como cuidar al paciente mismo.
Estrategias para lidiar con la carga emocional
Existen estrategias que pueden ayudar a los familiares a sobrellevar mejor la carga psicológica del cáncer, sin descuidar su propio bienestar:
Aceptar el apoyo de otros: Aunque pueda ser difícil pedir ayuda, aceptar el apoyo de amigos, familiares o comunidades de apoyo es esencial. Delegar tareas o recibir ayuda para las responsabilidades diarias permite al cuidador principal contar con momentos de descanso y desconexión necesarios.
Buscar grupos de apoyo: Participar en grupos de apoyo, ya sea en persona o en línea, puede ser muy beneficioso. Compartir experiencias con otras personas que están pasando por situaciones similares puede aliviar el peso emocional y brindar un sentido de comunidad y comprensión.
Mantener un diálogo abierto: Hablar sobre los propios sentimientos, preocupaciones y temores con amigos cercanos o un profesional de la salud mental puede ayudar a procesar las emociones de manera saludable. También es importante fomentar la comunicación abierta con el paciente, sin evitar temas difíciles, para reducir tensiones y malentendidos.
Practicar el autocuidado: Cuidar a otra persona puede hacer que el cuidador descuide sus propias necesidades. Realizar actividades de autocuidado, como ejercicio, meditación, leer o salir a caminar, ayuda a reducir el estrés y a mantener el bienestar mental. Cuidarse a uno mismo es esencial para poder brindar un mejor apoyo.
Considerar la ayuda profesional: La terapia psicológica es una herramienta muy útil para procesar las emociones de manera segura y obtener estrategias para afrontar el estrés. Muchos hospitales y organizaciones ofrecen consejería para familiares de pacientes con cáncer. También existen terapias de grupo y talleres diseñados específicamente para acompañar a los cuidadores.
Establecer límites y saber decir no: El cuidado de una persona enferma puede ser demandante, pero también es importante que el cuidador establezca límites para no agotarse física y mentalmente. Aprender a decir no o a pedir momentos de descanso no significa abandonar al ser querido, sino cuidar también de uno mismo.
Invitada Mayte Prida — Periodista/ Presentadora de Radio y TV | Autora | Conferencista | Sobreviviente de Cáncer de Mama. Activista en temas de salud y empoderamiento a la mujer.
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