Intimo con la Doctora Isabel: El acoso escolar deja una huella imborrable 

Carta de una radioescucha:

 Me llamo María, soy una madre nicaragüense que llegó a este país hace 4 años con mi hija, Esperanza. Trabajo en los campos agrícolas de California y, aunque no hablo inglés, me esfuerzo todos los días por salir adelante. Hoy le escribo porque estoy muy angustiada y ya no sé qué hacer. 

  Mi niña, que tiene 11 años, está sufriendo mucho en la escuela. Me duele en el alma ver que está siendo acosada por otros niños. Me cuenta que se burlan de ella, le dicen cosas feas por su acento, por ser diferente, y esto ha pasado varias veces. Ya no quiere ir a la escuela, se siente triste, y yo no sé cómo ayudarla. Me siento muy mal, porque no hablo inglés y no sé cómo enfrentar esta situación en un lugar que no conozco bien. Y la escuela no hace nada para arreglar esta situación. 

Dra. Isabel, como madre, me duele tanto ver a mi hija sufrir de esta manera. Sé que ella también tiene miedo, y yo quiero que sepa que estoy aquí para protegerla, pero no sé cómo hacer que las cosas cambien. Trabajo largas horas y, aunque trato de hablar con los maestros, siento que no logro hacerme entender o que no me toman en serio. 

  Por favor, ayúdeme. ¿Qué puedo hacer para que mi hija reciba ayuda? ¿Cómo puedo enfrentar esta situación con los pocos recursos que tengo? Sé que soy fuerte y he pasado por muchas dificultades, pero este dolor por mi hija es diferente y necesito su ayuda. 

 De corazón muchas gracias por cualquier consejo que me pueda dar. Dios la bendiga. Espero su respuesta con mucha fe, porque sé que sus palabras me van ayudar. 

 El acoso escolar, también conocido como “bullying”, es una realidad que deja una marca profunda en las víctimas, afectando su bienestar emocional, psicológico y social a largo plazo. Se trata de un fenómeno en el que un niño o joven es hostigado, intimidado o maltratado por sus compañeros de forma repetida y sostenida en el tiempo. Las consecuencias de este tipo de abuso pueden ser devastadoras y, en algunos casos, pueden acompañar a la persona durante toda su vida. 

¿Qué es el acoso escolar? 

El acoso escolar implica un desequilibrio de poder, donde una persona o grupo ejerce abuso sobre otra, ya sea a través de insultos, agresiones físicas, aislamiento social, humillaciones, rumores o acoso cibernético. Este tipo de comportamiento se repite con el tiempo, y la víctima suele sentir que no puede defenderse o escapar de la situación. 

Causas del acoso escolar 

Existen múltiples factores que pueden contribuir al acoso escolar: 

• Deseo de poder y control: Los acosadores suelen buscar dominar a otros para sentirse superiores o ganar reconocimiento entre sus pares. 
• Problemas familiares o emocionales: Algunos niños y adolescentes que acosan a otros han experimentado violencia o desatención en sus propios hogares. 
• Dinámicas sociales: En algunos casos, el acoso escolar es el resultado de la presión social o de una cultura escolar que no promueve la inclusión y el respeto. 

Efectos del acoso escolar 

El impacto del acoso escolar va mucho más allá del momento en que ocurre. Las víctimas suelen desarrollar: 

Problemas de salud mental: Depresión, ansiedad, trastornos de estrés postraumático y, en casos extremos, pensamientos suicidas. 

Aislamiento social: El acoso puede hacer que la víctima pierda amigos y evite el contacto con otras personas por miedo a ser rechazada o maltratada. 

Bajo rendimiento académico: El estrés y el miedo constante pueden interferir con la capacidad de concentración y aprendizaje de la víctima. 

Consecuencias a largo plazo: El trauma del acoso escolar puede afectar la vida adulta, dejando cicatrices en la autoestima, las relaciones interpersonales y el bienestar emocional. 

Claves para prevenir el acoso escolar 

• Concienciación: Es fundamental que las escuelas y familias trabajen juntas para educar sobre los efectos del acoso y promover una cultura de respeto e inclusión. 
• Apoyo a las víctimas: Ofrecer a las víctimas un entorno seguro para hablar sobre lo que les sucede es crucial para mitigar el daño emocional. 
• Intervención temprana: Identificar y abordar los casos de acoso desde el inicio puede prevenir que la situación empeore y evitar sus efectos a largo plazo. 
• Fomentar la empatía: Enseñar a los niños y adolescentes a ponerse en el lugar de los demás puede reducir los comportamientos abusivos.

¿Qué puedo hacer como padre o madre de la víctima en caso de bullying? 

• No fomentar la agresividad: Ayuda a tu hijo/a a manejar su frustración sin recurrir a la venganza.  
• Comunicación y escucha: Anima a tu hijo/a a hablar sobre lo que está pasando sin juzgarlo.  
• Apoyo emocional: Ofrece un apoyo incondicional y refuerza su autoestima.  
• Evitar reproches: Mantén la calma y actúa con seguridad para transmitir confianza.  
• Actitud firme: Afronta el problema con una actitud positiva y determinada.  
• Decisiones conjuntas: Consulta a tu hijo/a sobre lo que ha intentado hacer para resolver el problema.  
• Diario personal: Sugiere que escriba un diario para procesar lo que vive y registrar detalles.  
• Intervención escolar: Contacta al centro educativo para activar el protocolo contra el acoso.  
• Apoyo profesional: Busca ayuda psicológica si tu hijo/a muestra malestar emocional grave.  
• No adoptar una actitud pasiva: Actúa siempre para acercarte a una solución.  

 Por último, si eres padre/madre del agresor, es importante aceptar la situación, fomentar la empatía y establecer consecuencias claras, además de buscar apoyo profesional y del centro educativo para cambiar el comportamiento.  

Escucha a la Doctora Isabel en su programa de psicología y salud mental, todos los jueves a las 11AM Este | 10AM Centro | 9AM Montaña | 8AM Pacífico. Respondemos GRATIS y en vivo tus preguntas a través de Facebook Live en La Red Hispana.