El café y el cine, dos compañeros inseparables
Por Alejandro Ochoa para La Red Hispana
El café se ha convertido en un compañero indispensable para los amantes del cine de todo el mundo. El café y el cine no solo comparten experiencias similares, si no que al combinarlos hacen que la experiencia de beber un café y de ver una película sea en un momento placentero.
¿Cuál es la relación entre las películas y el café?
1. Experiencias compartidas
Tanto el cine como el café tienen experiencias que son dinámicas y diversas para quienes las disfrutan. Así como las películas cuentan una historia cuidadosamente elaborada y reconocen a sus creadores y participantes por medio de los créditos, la preparación del café tiene un proceso minusioso que consta de seleccionar el tipo de café deseado, moler los granos de café, colocar la cantidad precisa de agua, para que en su preparación el resultado sea un cafe exquisito. Estas dinámicas específicas de cada experiencia aumentan la emoción y las sensaciones de ver una buena película y de disfrutar de un café.
En la película “The Breakfast Club“, la escena donde los personajes se reúnen en la biblioteca para ser detenidos, captura perfectamente la experiencia compartida del buen cine y acompañar un momento con un buen café. Una de las escenas en donde los personajes están tomando café se convierte en parte fundamental de la historia.
2. Mejora la experiencia de ver una película
Disfrutar de un buen café puede mejorar la experiencia de ver una película. El café actúa como un estimulante que realza nuestros sentidos. El aroma del café recién hecho nos hace despertar. Beberlo nos mantiene alerta e involucrados con la historia y la propuesta cinematográfica.
En la película “Pulp Fiction“, el personaje que interpreta Samuel L. Jackson, Jules, se sienta a beber café mientras participa en una conversación clave para la historia. Por otro lado, en la película Amélie, Audrey Tautou, interpretando el papel de Amélie Poulain, en una de las escenas está sirviendo café en el mítico “Café des 2 Moulins en París”. Además, en la película “Breakfast at Tiffany‘s“, la actriz Holly Golightly quien interpreta el papel de Audrey Hepburn, aparece en una escena sorbiendo café frente a los diamantes de Tiffany’s en Manhattan. Todas estás producciones han sido reconocidas y han quedado grabadas en nuestras memorias tanto por su historia como por su producción cinematográfica.
3. Relaciones sociales
El café y las películas se han convertido en la excusa perfecta para socializar, brindando un tema en común para que las personas se conozcan y conecten. Ya sea para reunirse con amigos para tomar un café antes, durante o después de una película, las cafeterías se han convertido en un centro para que los cinéfilos (personas amantes del cine) participen en conversaciones y debates sobre sus películas favoritas.
En la película “Cuando Harry conoció a Sally”, los personajes se reúnen con frecuencia en una cafetería para hablar sobre sus relaciones y compartir sus pensamientos sobre el amor.
4. Inspiración cinematográfica
Las películas se han inspirado en la cultura del café haciendo de esta experiencia el eje narrativo de muchas emociones e historias. El café se ha representado como un símbolo de conversación, comodidad, intimidad y disfrute a nivel social y dentro de la narrativa de una película.
En “La La Land“, la icónica escena de la cafetería en la que Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling) comparten sus sueños y aspiraciones bebiendo una taza de café, captura perfectamente la inspiración cinematográfica y el papel fundamental que la experiencia de tomar un café tiene en la construcción de las historias y en su forma de relatarlas para conectar con el público.
5. Influencia en el cine
El café también ha influenciado el proceso creativo y narrativo de los cineastas. Muchos directores y escritores encuentran inspiración en las cafeterías, usando estos espacios para intercambiar ideas, desarrollar personajes o escribir guiones.
En la película “Coffee and Cigarettes” de Jim Jarmusch, la historia se desarrolla gracias a las conversaciones que ocurren en cafeterías. Esto refleja la importancia de las situaciones que giran en torno al café tanto en los personajes como en los cineastas.
En “Baby Driver“, Edgar Wright promovió uno de los comienzos más estimulantes del cine en los últimos años. Esto puede observarse en un plano secuencia de una escena de la película, en donde Ansel Elgort evita que se le caigan las tazas de café que lleva en la mano mientras atraviesa un camino accidentado.
Quizás dejar derramar el café podría hacer que la escena se vea más artística. De esa manera sucede al final de la película “Sospechosos habituales”. Allí, la taza de café de Chazz Palminteri se estrella contra el suelo tres veces cuando el agente tiene una revelación del caso y descubre la verdad del misterio que esta investigando. Podría decirse que el café, cuanto más oscuro, más misterioso es.
La experiencia de beber un café puede sobrepasar todas las barreras de la imaginación. A Tommy Lee Jones, en la película “Men in Black” el café se lo sirven criaturas extraterrestres.
Las películas y el café comparten una relación mágica y misteriosa, combinándose para crear momentos de conexión entre los amantes del cine y los entusiastas del café. La experiencia de ver películas puede ser más placentera cuando se acompaña con un café. Además, disfrutar de ambas pasiones puede impulsar las relaciones sociales por medio de las conversaciones que se dan entre amigos o nuevas personas por conocer.
Por último, las situaciones que giran en torno a beber café han sido y seguirán siendo una fuente de inspiración para los cineastas y para sus producciones cinematográficas. Las películas y el café se han convertido en compañeros inseparables. La próxima vez que te acomodes para ver una película, no olvides tomar una taza de tu café favorito y disfrutar de la combinación perfecta de estas dos pasiones.