Fin del Título 42: nuevas medidas migratorias del gobierno Biden
No va a ser fácil encontrar a una sola persona que aplauda la nueva política migratoria de la era Biden.
Su decisión de poner fin al Título 42 fue valerosa, después de todo se trataba de una reliquia de la era Trump que cerró la puerta a más de 2 millones de migrantes, ignorando los compromisos de Estados Unidos con las leyes domésticas e internacionales de asilo.
Pero sustituirla con el Título 8, con amenazas de castigos de 5 años de prohibición de ingreso a Estados Unidos e incluso penas carcelarias a migrantes reincidentes, así como con una fuerza militarizada en la frontera, no puede ser motivo de regocijo.
Con el rostro sonriente, el secretario de seguridad Alejandro Mayorkas, resaltó que el número de “encuentros” en la frontera fue 50% menor después del fin del Título 42, comparado con los números que se registraron en los días previos.
Que hasta el momento no se haya detonado un caos fronterizo es bueno. Pero, como el propio Mayorkas lo sugirió, es prematuro lanzar las campanas al vuelo.
Porque esta administración nos convenció que una solución duradera al fenómeno de la migración hacia Estados Unidos pasa por resolver las causas estructurales que empujan a familias enteras al viaje más peligroso de sus vidas.
En ese aspecto ha habido muchas promesas y pocos resultados. Sería una lástima que Estados Unidos se conforme con tranquilizar la situación en la frontera y resolver los problemas de raíz, a través de propuestas integrales como la hizo el senador Bob Menéndez.
Por supuesto nadie espera que el problema se solucione de la noche a la mañana, y se entiende que las inversiones para atacar las causas de raíz son casi imposibles de lograr en medio de la disfuncionalidad de la clase política en Washington, pero al menos es importante delinear una hoja de ruta, no sólo una estrategia de contención con componentes militares y punitivos.
La gran paradoja es que los republicanos aprobaron una iniciativa de ley con disposiciones tan draconianas, que las acciones de la administración Biden parecen por comparación como generosas.
La iniciativa de ley republicana resucita algunas de las políticas más infames de la era de Donald Trump, incluido terminar el muro fronterizo, la deportación acelerada de la mayoría de solicitantes de asilo, la restauración de polémico programa Quédate en México y e E-Verify a gran escala.
Tiene razón el legislador demócrata Jerry Nadler: “Mis colegas republicanos están tratando de llevarnos de regreso a las políticas fallidas, ilegales e inmorales de la administración Trump. Las acciones migratorias radicales, inhumanas y racistas del expresidente… socavaron nuestra posición moral en el mundo y no nos hicieron más seguros”.
Nadie debe tener su conciencia tranquila con el actual estado de cosas. Un alivio temporal es una “curita” para un paciente que requiere de cirugía mayor.
Crédito Fotografía: La Casa Blanca
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