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Los últimos meses han demostrado que las personas tienen un papel increíblemente crítico en el enfrentamiento de una crisis global.

Hola Sara,

Yo nací en 1988, lo que aparentemente me convierte en un millennial mayor. Mi pregunta es, ¿qué cambios puedo hacer y recomendar realísticamente para contribuir a la lucha contra el cambio climático? Ya voto conscientemente y me he mudado más cerca de mi oficina, lo que ha reducido el viajar a diario. No puedo pagar un coche eléctrico nuevo, no soy dueño de mi propia casa donde puedo instalar paneles solares. Soy vegetariano. Reciclo y composto como es debido.

Siento que hago la mayoría de las cosas que se supone que deben ayudar, pero aparte de renunciar a los avances que he logrado desde que sobreviví a la Gran Recesión, siento que no logro hacer la diferencia.

 ¿Qué puede hacer un joven profesional en Seattle para detener la desertificación en el África subsahariana? 

– Millennial en Seattle

 Querida Sara,

 Mi experiencia personal de más de una década, es que con demasiada frecuencia, los defensores del cambio climático progresivo no tienen problemas para describir las tendencias científicas con respecto al cambio climático, pero cuando cambio la conversación a cuál sería su respuesta personal y la mía a esta crisis, hay una respuesta ensordecedora: silencio seguido de una condena al liderazgo político. 

Esta tendencia se repitió dos veces para mí esta semana, la más reciente con una cena. Cuando le pregunté a mi querida familia cómo las preocupaciones climáticas habían impactado sus decisiones personales con respecto a las inversiones personales de jubilación, las decisiones de viaje, los gastos personales, etc., estas preocupaciones fueron desviadas como insignificantes. 

¿Lo son? Siento que yo tampoco he podido desarrollar un plan de acción personal para abordar los problemas climáticos. ¿Cuál es la responsabilidad del individuo más allá de la acción política? ¿Dónde puedo encontrar orientación o sabiduría sobre este tema?

 – Curiosa en Nueva Inglaterra

Queridos Millennial y Curiosa,

 Confieso que me he demorado en responder a sus mensajes. Llegaron a mi bandeja de entrada hace meses, mucho antes de la pandemia de COVID-19, pero dejé de contestarles porque, para ser honesta, sus preguntas son difíciles de responder.

 En el pasado, cuando di pláticas públicas (¿recuerdas las pláticas públicas?), aconsejé al público que considerara las limitaciones de la acción individual. Al igual que tus amigos y familiares, Curiosa en Nueva Inglaterra, he argumentado que reducir la contaminación por carbono que atrapa el calor a la escala y la velocidad que los expertos nos dicen es necesaria requiere un cambio en toda la sociedad. Los cambios a esa escala son obra de gobiernos y corporaciones, no de individuos.

 Sin embargo, nunca he estado satisfecha con esta respuesta. No le da a la gente mucho con qué trabajar. ¿Qué se supone que debes hacer tú, una persona normal, si los líderes de tu gobierno y los titanes corporativos no actúan a tiempo para evitar un sufrimiento público?

 La pandemia de COVID-19 ilumina ese problema demasiado bien. A menos que seas un funcionario gubernamental de alto rango, no tienes el poder de emitir (o rescindir) una orden de toque de queda, por ejemplo. Tampoco puedes coordinar la compra de suministros médicos a través de las fronteras estatales, exigir a las fábricas que produzcan suministros de prueba o entregar cheques a los ciudadanos.

 Y aun asi.

 Los últimos meses han demostrado que personas como tú y como yo tenemos un papel absolutamente crítico que desempeñar para enfrentar una crisis. La mayoría de nosotros nos quedamos en casa si nuestro trabajo y situaciones familiares lo hacen posible, tratando de permanecer al menos a dos metros de distancia de los demás cuando la interacción humana es inevitable, usando máscaras y lavándonos las manos. Es un trabajo aislado y aterrador, pero miles de millones de nosotros estamos participando en este impresionante momento de solidaridad mundial. No podemos controlar el virus sin él.

 La pandemia también nos ha dado otra forma de ver el viejo y cansado argumento sobre si los individuos, los gobiernos o las empresas son los principales responsables de limpiar un desastre de proporciones planetarias.

 No sé ustedes, pero mis redes sociales están llenas de mujeres (y algunos hombres) organizando maratones de costura de máscaras. Mis vecinos están compartiendo rollos de papel higiénico extra, semillas de tomate y sopa entre ellos. Estamos intercambiando consejos sobre cómo intimidar amorosamente a nuestros amigos y familiares para que se queden en casa. El dueño de un restaurante en mi ciudad incluso organizó a los restauradores y agricultores locales para que ofrecieran un recorrido en automóvil tres veces a la semana donde los residentes pueden comer y cargar productos frescos en sus baúles.

 En otras palabras, estamos encontrando un camino intermedio. Nos cuidamos unos a otros no solo a través de nuestro comportamiento individual sino a escala comunitaria.

La misma idea se aplica al problema del cambio climático.

Millennial en Seattle, te preocupa que acciones como votar conscientemente, reducir el consumo de carne, el compostaje, etc., sean inadecuadas. Y Curiosa en Nueva Inglaterra, quieres crear un plan de acción personal para abordar el cambio climático.

 Los animo a ambos a mirar hacia el camino del medio.

Aparten la mirada de su propio hogar, de su vecindario, escuela, lugar de trabajo o lugar de adoración. Busquen a otras personas en su comunidad que también estén preocupadas por el cambio climático. Es probable que descubran un grupo u organización existente que agradecería su ayuda.

Su trabajo podrá ser organizar una instalación solar en su iglesia, hablar con sus vecinos sobre un plan de seguridad en caso de desastre, brindar apoyo legal a las personas que practican la desobediencia civil, escribir cartas al editor, presionar a su miembro del Congreso, hablar en una reunión de la junta de servicios público, participar en una protesta digital, o (un día, cuando vuelva a ser seguro) sosteniendo un cartel en persona. O algo más que su comunidad necesite y puedan proporcionar. Sea lo que sea, será más tangible y más fácil de abordar que un problema abrumador como “alterar fundamentalmente la política estadounidense”. Pero también se sentirá más significativo que el compostaje solo.

Como dijo el autor Max Brooks sobre la pandem
ia de COVID-19 en un segmento de noticias de CBS Sunday Morning, “En tiempos de crisis, todos tienen un papel que desempeñar. No puedes simplemente vivir tu vida por ti. Eres parte de algo entero, de una comunidad y debes hacer tu parte “.

 Buenos deseos,

 – Sara

Lee el anuncio de radio 

Ruidos de parque, pajaros, un río, etc. 

Mujer: Con todo lo que está pasando en el mundo, has volteado a ver a tu alrededor y pensado: “¿Qué puedo hacer yo en lo personal sobre el cambio climático?”

No eres la única persona que piensa eso.

Tal vez cuando tomas el transporte público, compras ropa con materiales reciclados o usas focos LED, no se siente como mucho…

Pero en realidad, TODOS jugamos un papel vital para enfrentar la crisis climática. 

Aunque es importante seguir prácticas sustentables en tu hogar… no te limites a lo que puedas hacer solo, busca a otros en tu comunidad. Es probable que descubras un grupo o a una organización donde puedes hacer la diferencia. 

Todos debemos aportar porque somos partes de una comunidad, y llegamos más lejos si lo hacemos unidos. 

VO: Para más información sobre los pasos que puedes tomar para combatir el cambio climático, visita LaRedHispana.com. 

Este es un mensaje de La Red Hispana, con información de Yale Climate Connections.