Coronavirus: Síndrome de la cabaña
Ante la pandemia del coronavirus, en casi todo el mundo se optó por el aislamiento y distanciamiento social como las medidas más efectivas para evitar contagios.
No obstante, esta medida aconsejada por los infectólogos más reconocidos a nivel mundial, tiene sus efectos adversos. Para muchas personas mantenerse aisladas ha sido muy dificultoso, experimentado intensos niveles de ansiedad. Curiosamente, esas mismas personas pueden estar hoy desarrollando lo que se está dando a conocer como “el síndrome de la cabaña”.
¿Qué es el síndrome de la cabaña?
Este síndrome surge cuando experimentamos miedo por salir a la calle. Miedo a contactar con otras personas fuera de las paredes de nuestra casa, temor a realizar actividades que antes eran cotidianas, como trabajar fuera de nuestro hogar, tomar medios de transporte público o relacionarnos con otras personas conocidas.
¿Qué lo genera?
El síndrome de la cabaña suele aparecer tras una estancia prolongada en un lugar cerrado. Actualmente, como consecuencia de la situación de alarma sanitaria que estamos viviendo por el COVID-19, salimos a la calle simplemente para realizar las tareas más básicas y pasamos la mayor parte del día en nuestro hogar. Esto lleva a que asociemos la calle con peligro y percibamos nuestro hogar (donde pasamos tanto tiempo) como el único lugar seguro, de forma que cada vez que cambiamos a un entorno fuera de casa, se genera un miedo incapacitante.
Es importante remarcar que no se trata de un trastorno psicológico, sino que se trata de una consecuencia al hecho de pasar tanto tiempo confinados.
Síntomas del síndrome de la cabaña:
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Dificultad para la concentración, déficits de memoria.
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Sensación de nerviosismo, síntomas depresivos y ansiosos, sensación de desasosiego, frustración, angustia y temor.
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Falta de motivación, presencia de desgano, gran esfuerzo para realizar tareas cotidianas, sobre todo las que impliquen salir al exterior.
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Excesivo miedo a salir, a retomar la rutina y las relaciones sociales.
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Mayor frecuencia de siestas duraderas, sensaciones de cansancio y letargo.
Este síndrome suele darse con mayor frecuencia en personas que viven solas o tienen escaso contacto social con sus familiares y amigos.
¿Cómo puedo superar el síndrome de la cabaña?
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Ponte pequeños objetivos: a medida que el confinamiento avanza, puedes ir retomando de manera progresiva tus actividades de la vida cotidiana. Empieza primero con aquellas situaciones que te generan menor ansiedad.
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Diseña tu rutina: con el fin de evitar tener demasiado tiempo libre, es necesario que establezcas una rutina. Intenta incorporar de manera paulatina actividades que impliquen salir al exterior, como por ejemplo caminatas diarias.
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Mantén contacto social: busca estar conectado con tus amigos y familiares a través de redes sociales, video llamadas o mensajes. Cuando se permitan actividades sociales, podrás proponerte realizarlas progresivamente.
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Expresión emocional: es importante que puedas transmitir cómo te sientes.
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Busca apoyo profesional: en caso de que los síntomas persistan o te resulten incapacitantes en el día a día, puedes pedir ayuda a un profesional.
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