No es un simple dolor lumbar: ¿Sabes qué es la ciática?
¿Le ha pasado que al inclinarse para recoger algo, al levantarse siente un fuerte dolor en la parte baja de la espalda y que se prolonga hasta la pierna? Podría ser la ciática, un problema mucho más común de lo que pueda imaginarse y que afecta a millones de personas.
La ciática es un conjunto de síntomas causados por problemas en el nervio ciático, el nervio más grande del cuerpo que controla los músculos de la parte posterior de las rodillas, la parte inferior de las piernas y proporciona sensibilidad a varias áreas, incluyendo la planta de los pies.
El nervio ciático: Un complejo sistema nervioso
El nervio ciático, conformado por múltiples raíces nerviosas, emerge de la columna vertebral y se une a medida que se acerca a las extremidades. Cuando hablamos de ciática, puede afectarse directamente el nervio ciático o alguna de sus raíces.
Síntomas del dolor de ciática
El dolor de ciática puede manifestarse en diversas zonas de la vía nerviosa, desde la región lumbar hasta los glúteos, el muslo, la pantorrilla y, en algunos casos, llegar hasta el pie. La intensidad del dolor varía, pudiendo ir desde leve hasta agudo e incapacitante. Característicamente, afecta solo un lado del cuerpo y puede empeorar con ciertos movimientos como estornudar o toser.
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Otros síntomas asociados incluyen sensación de hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular. Es relevante destacar que estos síntomas pueden presentarse de manera diferente a lo largo de la pierna.
Causas del dolor del nervio ciático
Una de las causas más comunes del dolor del nervio ciático es la presencia de una hernia de disco. Esta situación puede surgir tras movimientos violentos o inapropiados, ya sea por accidentes o la práctica de deportes de impacto. La hernia de disco comprime y afecta directamente al nervio ciático.
Además, la predisposición genética también puede ser un factor. Si hay antecedentes familiares de problemas de ciática, existe una probabilidad mayor de desarrollar hernias de disco y, consecuentemente, afectaciones en el nervio ciático.
Factores como el tabaquismo, que deshidrata los discos de la columna, y el sobrepeso, que ejerce presión adicional en la columna, también pueden contribuir a la aparición de problemas en la ciática.
Tratamientos para el nervio ciático
El tratamiento inicial implica el uso de analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor. Este enfoque suele tener una duración de cuatro a seis semanas.
Cuando los medicamentos no proporcionan alivio completo, se recurre a la rehabilitación. Este programa, que abarca entre seis y 12 semanas, incluye ejercicios diseñados para fortalecer la columna vertebral y reducir el dolor.
En casos en los que las opciones anteriores no surten el efecto deseado, se consideran procedimientos quirúrgicos como una alternativa. Estos pasos buscan abordar directamente las causas subyacentes del dolor de ciática.
Aunque el dolor de ciática es más común entre los 40 y 60 años, puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, incluso en la niñez debido a actividades deportivas intensas. En conclusión, entender sus síntomas, causas y tratamientos es esencial para quienes experimentan esta condición y buscan alivio.
Consejos para aliviar el dolor de ciática
- Cuando sufrimos dolor del nervio ciático, uno de los principales dilemas al que nos enfrentamos es el siguiente: ¿seguir caminando o reposar? Lo aconsejable es mantener reposo durante los primeros días en los que suframos dolor, pero se recomienda ir reactivando nuestra actividad poco a poco. Tras los primeros días de dolor, caminar durante media hora al día manteniendo una postura correcta es aconsejable.
- Aplicar calor y frío alternativamente en la zona afectada, ayudará a mitigar la inflamación y a mejorar la circulación del flujo sanguíneo.
- Realizar ejercicios para la ciática para fortalecer la espalda, la zona lumbar y la zona abdominal, además de hacer estiramientos de todo el cuerpo. Es importante realizar estos ejercicios manteniendo una postura correcta.
- Evitar cargas pesadas sobre la espalda y no realizar movimientos bruscos. De ser necesario agacharnos, es fundamental hacerlo de manera correcta a la hora de coger algo del suelo, flexionando las rodillas y realizando la fuerza con nuestras piernas.
- Visitar a tu profesional de confianza. Esta suele ser la opción más recomendable y segura. A pesar de que tú puedes realizar tratamientos caseros para la ciática, un especialista es la persona indicada para abordar esta dolencia de la forma más segura y eficiente.