Amy Colorado, educadora ambiental de Solar One
Escrito por Monica Monsalve y Molly Multedo para Latino Verde
Nueva York, además de ser una de las ciudades más vibrantes del mundo, también es una de las más expuestas al cambio climático. Según el reporte A Livable Climate de OneNYC2050, para ese año se espera que las temperaturas incrementen hasta 5.7 grados Fahrenheit, razón por la que más de 130 neoyorquinos pueden llegar morir cada verano por el intenso calor. Ante este riesgoso escenario toda la ciudad se ha acobijado bajo una estrategia, la OneNYC2050, que tiene como meta, entre otras, lograr que Nueva York sea una ciudad neutra en carbono y tenga electricidad 100% limpia para 2050.
Una de las organizaciones que existe y que se ha sumado a cumplir esta meta es Solar One. Se trata de un centro que, además de ayudar a instalar energía solar a lo largo de la ciudad, tiene la misión de enseñar sobre los beneficios que esta energía trae y cómo puede combatir al cambio climático.
Según explica Amy Colorado, educadora ambiental del Green Design Lab o Laboratorio de Diseño Verde del Solar One y quien se encarga de desarrollar talleres para maestros de primaria, secundaria y preparatoria, lo que la organización busca es convertir a las escuelas en un laboratorio de aprendizaje. “Cuando una escuela decide hacer la transición e instalar paneles solares, les ayudamos a los profesores a que conviertan ese espacio en un laboratorio de aprendizaje. A que las niñas y niños se puedan subir al techo a ver cómo funcionan y aprendan de forma divertida”, comenta.
Para lograr esta misión, en la que ya han involucrado a más de 600 colegios públicos de Nueva York, Solar One trabaja de la mano con el Departamento de Educación, la Gobernación y la Oficina del alcalde. Lo que hace que el impacto sea más grande. “Solo en el Departamento de Educación, a través de su red de colegios, se usa un 25% de la electricidad de toda la ciudad”, explica la educadora, quien tiene Maestría en Educación para la Conservación del Medio Ambiente de la Universidad de Nueva York.
También comenta que, en una ciudad como Nueva York, donde hay tanta gente y edificios con terrazas, la energía solar se convierte en una energía limpia estratégica, pues no solo les da un uso inteligente a esas terrazas, sino que resulta ser más económica para los ciudadanos y la ciudad. Por esto, además de educar a alumnos y profesores sobre las energías limpias, lo que Solar One busca es estimular a los jóvenes a que sigan carreras de ciencia, tecnología e ingeniería.
“Queremos que avancen en su comprensión científica y que puedan aplicar lo que aprendieron a los problemas del mundo real. Que vean que estas carreras en STEM (acrónimo que se refiere, en inglés, a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son una oportunidad de trabajo y que también se puede hacer plata en los trabajos del campo ambiental”, concluye.
Amy Colorado, por ejemplo, se enamoró del medio ambiente en los viajes que hacía cada año a visitar a su familia en Colombia. Para mantenerse más cercana al campo buscó practicas o pasantías en museos de historia natural o jardines botánicos, y ahora tiene el placer de ser parte de un movimiento que quiere generar un cambio a nivel ciudad, el OneNYC2050.
Esta historia fue desarrollada en colaboración con Project Drawdown y está basada en la solución Distributed Solar Photovoltaics, o Fotovoltaica Solar Distribuida.